lunes, 30 de enero de 2017

The Slayer 1982 - Malas Bizarreadas Parte III

Buenas noches consumidores de basuras infrahumanas, en esta nueva oportunidad compartiré el último film del movido mes de enero. Para poder concretar esta especie de "ciclo" fílmicos provenientes de la década del '80 consideré justo, concretar dicho cierre, con una basura fílmica cutre y olvidada en los anales del tiempo...


THE SLAYER 1982
Creo que la subjetividad relacionada aspectos positivos, muchas veces nos juega en contra. Por cierta empatía, cariño u obsesión hacia determinados hechos, estilos, pensamientos, personajes o géneros, es imposible dar un aspecto crítico constructivo hacia estos. Creemos dentro de nuestro fanatismo o seguridad misma, que lo que se abala o da por bueno es correcto, no tiene grietas ni fisuras. La subjetividad crea conceptualmente una percepción peligrosa. La década de los '80 en el género cinematográfico del terror es mi peligro. Cada basura, desconche, maravilla, sorpresa y desagrado fílmico que he consumido de esa época, sin importar lo feo o bueno que sea, navega en la genialidad. No puedo ser objetiva con las producciones de esta época, así sea el moco mas maloliente que se haya producido en generaciones, si proviene de la década del ochenta, no solo lo veré, sino que como espectadora sin escrúpulos que soy, la pasaré bomba. The Slayer me remite proporcionalmente a todo lo anterior mencionado, y dentro de mis limites cognitivos, puedo decir de forma acertada que, esta película a pesar de ser un chiste de mal gusto, no detiene a que uno se ría y mucho. Tuvo acceso a esta cinta por mi compulsivo fanatismo hacia el sub - género SLASHER (bastamente explotado en este blog). Una vez que finalice su visionado comencé averiguar su procedencia y quien fue el hijo de puta responsable de llevar a cabo semejante proyecto. En si no encontré mucho - como era de esperar - pero lo que llamo mi atención al límite de levantar el arco de mi ceja fue que The Slayer se encontró en el listado negro de Reino Unido conocido mundialmente bajo el nombre de "Videos Nasty" (o sea videos sucios, prohibidos). La verdad debo dar poco crédito al nivel de sensibilidad de los británicos, ya que esta película intenta recargar el suspenso y el terror psicológico, mas que la violencia gráfica o la sangre rojo utilería. Ojo, no me mal interpreten, mi áspera mirada hacia este título no se relaciona por su argumento, el cual si hubiese sido explotado en otras manos estaríamos hablando de otra película. Lo que me dio risa fue lo trillado de ciertas situaciones sin nombrar la estupidez innecesaria en la que se encasilla el guión. Rematando con una rotunda escasez de sangre, tripas y muertes con un "mala leche" escupiendo por los poros. En fin, a continuación intentaré ser más explícita...


Nos están matando de a uno, pero igual nos quedamos a tomar sol

Preparen sus dotes sensoriales, se viene lo profundo: Tenemos a dos parejas que deciden pasar un fin de semana en una gigante cabaña en el medio de una playa que queda en la mismísima mierda. Una de las parejas esta conformada por Kay, una talentosa artista que desde pequeña se ve acechada por tenebrosas pesadillas, donde el fuego y la muerte son su principal característica. Kay, que se encuentra en un estado de profunda estrés, ve en estas pequeñas vacaciones la perfecta oportunidad para relajarse y dejar sus tormentos atrás. Cuando llegan a la playa son notificados de que se aproxima un fuerte huracán. Los cuatro y únicos protagonistas, en lugar de armar las valijas y tomarse el palo, deciden quedarse creyendo que su intelecto es más fuerte que la puta naturaleza. Pero grave error, no solo quedan aislados por el huracán sino que en el trayecto de los siguientes tres días irán muriendo uno a uno, mientras que paralelamente las pesadillas de Kay no solo se intensifican, sino se van tornando cada vez más reales. ¿Lo meritorio de esta tramoya? En muchas escenas las pesadillas de Kay irrumpen la línea cronológica en que se narra la historia, el espectador no sabe si en verdad lo que esta viendo es imaginación de Kay o real. Otro punto a favor es el final, es totalmente abierto dejando en la interpretación de cada uno el desenlace de la historia, planteando ciertas dudas que pueden derivar a varias conjeturas.
Se recrea una atmósfera densa y oscura alrededor del personaje principal bastante correcta, profundizando especialmente en el terror psicológico representado en las pesadillas insanas e inestables de Kay. Esos hechos hacen que uno pueda rescatar a The Slayer en el profundo mar de mierda que lo rodea, pero el problema reside en que cuando la mierda llega al cuello, hay que saltar muy alto para que no lo tape. Lamentablemente ese salto nunca se alcanza. Las muertes son insulsas y vacías, no provocan impresión, asombro, nada, solo pura indiferencia. Algo imprescindible que todo ser viviente unicelular podría captar: CONTEXTO la gente esta desapareciendo y/o muriendo, es de noche, afuera hay un huracán descomunal, oscuridad y lluvia en medio de una playa desierta ¿En verdad hermano vas a salir con una linterna pedorra a buscar gente dejando a tu mujer sola en la cabaña (recuerden que esta es gigante) con un potencial asesino en serie suelto? ¿Podes ser tan pelotudo? Otra cosa que me olvidaba, Kay en sus pesadillas percibe que en esa cabaña algo macabro va a suceder ¿No vas a tomarte el palo antes del huracán o por lo menos prevenir a tus seres queridos? No, que se caguen por seguirme. En fin, fallas tan grandes y trilladas que le quitan cualquier veracidad al argumento, sin citar los diálogos básicos e infames de los personajes; querido director si quiere plantear terror serio, pues HÁGALO SERIO!. Esta es una película para fanáticos del género, para gente con paciencia, para enfermos consumidores compulsivos de cualquier bazofia propicia de los años '80, que quizás como me ha sucedido a mi, le saquen su lado cómico y bien o mal se diviertan ante un producto subnormal. Atentos con el cuco de turno, se hubiese agradecido que el asesino hubiese aparecido más y no solo en secuencias finales. The Slayer, aquí donde la subjetividad aprecia cualquier basura macro cósmica, SantaSangre14.

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lunes, 23 de enero de 2017

Night Of The Demons 1988 - La Princesa De Satanás

Buenas noches consumidores de basuras infrahumanas, en esta oportunidad compartiré podredumbre ochentosa como los últimos dos meses se ha hecho costumbre en este espacio. Clásico de culto por los mercados de VHS, delirio puro al mejor estilo serie b, único, maravilloso, que lamentablemente ha dejado de reproducirse...


NIGHT OF THE DEMONS (1988)


La trilogía de Night of the Demons produce en mí un cariño y afecto especial. Es cutre, fea y lastimosa por donde se la mire, pero recuerdo que de pequeña el personaje central de su trama, el "cuco de turno" me asustaba horrores, a tal punto de no poder dormirme por las noches. Hoy en día veo una y otra vez sus entregas sin dejar de reírme, sintiendo un grado nostálgico tan alto que permite a su vez, que la siga queriendo tanto a pesar de los horrores desproporcionales que desfilan en pantalla. Las películas de terror que uno atesora desde su infancia son claves en un aspecto principal, nos hacen recordar y retener de forma patente como de niñ@ uno se asustaba, se atemorizaba a tal punto que una vez que dicho film terminaba, nuestra imaginación se encargaba de seguir traicionándonos. Escenas, personajes, ruidos, paisajes que representaban quizás nuestra peor pesadilla hecha realidad; no nos importaba si los actores eran malos, el guion ridículo o que tan bueno era el maquillaje que cargaba el monstruo protagonista. No marcábamos la diferencia entre ficción y realidad, lo que nuestra percepción retenía era factible, la sangre era real, la muerte latente y el asesino despiadado. Es quizás por esos motivos que defiendo con tanto énfasis ciertas películas que tal vez para otros espectadores sean ridículas y olvidables. Citemos otro ejemplo de chuchería nostálgica: el poster de este largometraje si lo miramos ahora resultará bizarro (sobre todo la leyenda que se marca en la invitación), pero cuando uno recién aprendía a sonarse la nariz y navegaba por los pasillos del videoclub del barrio, toparse con un VHS así, con semejante portada daba miedo, curiosidad y morbo en igual proporción. La historia de Night of the Demons genera en mi esa ambivalencia, una hermosa nostalgia, la cual se contrapone rotundamente a su verdad: es plana por donde se la mire, el detonante terrorífico que aguarda la historia es trillado y sumamente explotado. Las actuaciones son paupérrimas, los sustos fáciles y ciertas secuencias son el colmo de lo predecible. Son los típicos metrajes que de tan malos que pueden llegar a ser se encaminan hacia la excelencia. Las muertes aguardan un delirio importante, los demonios cuando se reproducen y posesionan sin asco son geniales, graciosos y llenos de mala leche. En verdad deseas a todo pulmón que se mueran todos los adolescentes unicelulares que invaden la historia, se lo merecen y encima de la peor manera. Es por eso motivos que se agradece a su director, Kevin S. Tenney por haber dedicado tanta saña en la muerte y/o posesión de las infumables víctimas. Y esto no termina acá, cabe citar que contamos con una de las actrices de culto más celebres respecto a filmes serie B de los ochenta, me refiero con la infartable Linnea Quigley, la punky nudista de la memorable The Return of the Living Dead (1985) la cual en el metraje que comparto en esta entrada, vuelve a mostrar sus grandes atributos sin ningún tabú.


Angela, aquella dulce satánica

Un grupo de adolescentes con más ganas de coger que de vivir acceden a la invitación que propone Angela (la chica "rarita" del pueblo) y su amiga Suzanne; esta consiste en celebrar la noche de halloween en la morgue Hull, una mansión que aguarda leyendas trágicas de posesiones  demoníacas. Una vez allí, por razones banales e inútiles, Angela incita a sus amigotes a realizar un ritual ocultista por simple diversión. El resultado será fatídico, no solo despiertan al demonio, sino que lo liberan. Este irá posesionando a uno por uno de los invitados, transformándolos en asquerosos monstruos emanadores de pus, sangre y con ganas de romper la pelotas; de los 365 putos días que tiene el año, justo eligieron precisamente la peor fecha para molestar a Satanás. La mansión Hull es el escenario perfecto para la carnicería, allí Angela - obviamente - encarnará la líder de los demonios, la cual gracias a su maquillaje, su voz de ultratumba y atuendo alcanza la perfección marcando quizá el punto más alto, memorable e histriónico de toda la cinta.
La hermosa Linnea Quingley
Hay escenas tan delirantes que indirectamente ayudan a crear una atmósfera claustrofóbica, más aún cuando los sobrevivientes intentan escapar percatándose que la mansión cobró vida propia, impidiendo que todo aquel idiota que entro no pueda salir (y bien que hace). Solo mencionar la toma donde una poseída - no diré quien - se mete un lápiz labial por el pezón, o un imbécil guapetón al no poder trincarse a su novia le termina dando mazurra a una endemoniada que casi llegando al climax, decide hundirle los ojos en las cuencas con los DEDOS PULGARES!. Si bien hay tomas que son plagiadas sin vergüenza de Evil Dead (sobre todo los enfoques en 1ra persona de la cámara) y que por momentos uno desea ver más sangre, amputaciones y tripas, esta cinta en su esencia retiene tantos detonantes bizarros, secuencias raras y personajes entrañables, provocando de forma constante en el espectador el deseo incontrolable de que Angela (el "cuco de turno" que mencione más arriba) se cargue a uno por uno sin tapujos. Joya inolvidable de los '80, que finalizó lanzando dos secuelas más las cuales también serán compartidas en este blog. Película de culto que con un presupuesto bastante pequeño a logrado mantenerse con el pasar de los años, y créanme cuando les digo que eso no lo logra cualquiera. Es bueno saber que con muy poco y ganas de no tomarse nada enserio, se puede aspirar a tanto. Casi me olvido, atentos al momento culmine del largometraje: el baile erótico - satánico de Angela, sin lugar a dudas uno de los mejores momentos de toda la puta trama. Night of the Demons aquí donde las mierdas más ilógicas son idolatradas como las más sanas, SantaSangre14.

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miércoles, 18 de enero de 2017

The Exterminator 1980 - Justicia Por Locura Propia

Buenas noches consumidores de basuras infrahumanas, en esta nueva oportunidad compartiré un verdadero clásico de culto parido en pleno auge del cine de explotación en su máximo esplendor. Acción cutre, violenta y justicia por mano e insanidad propia. Recomendada para acompañarla con una birra bien fría y ganas de degustar tesoros podridos de antaño...


THE EXTERMINATOR 1980


The Exterminator representa aquellas rarezas fílmicas que uno puede comenzar a ver con cierta desconfianza. Si se accede - gracias a la magia de internet - a su sinopsis se develara sin muchos tapujos, que se vincula nada más ni nada menos, a los típicos film setenteros enmarcados en el lema "justicieros urbanos mal llevados". Si bien este tópico se exploto considerablemente en los '70 (Dirty Harry, Death Wish, etc) fue bastante efímero debido a sus límites argumentales y sus secuencias trilladas por doquier. Pero bueno, imaginemos que uno desea ver un largometraje para pasar el rato, divertirse y experimentar otra faceta del cine de explotación, decidiendo acceder a esta historia... la conclusión es que se sentirá más que conforme. El lema principal de su argumento es tomar el tópico "justicia por mano propia" exponiendo la misma en forma de acción violenta y escabrosa. Veremos planos desolados de la ciudad de Nueva York con la latente intención de expresar el lado más sucio y olvidado de esta. La gobernabilidad dentro de esta jugla de cemento se caracteriza por su corrupción, la policía por su dejadez y las normas sociales dominadas asimetricamente por pandillas, proxenetas, pedófilos y mafiosos. Otra faceta que se copta en el guión es la carga crítica hacia la inestabilidad psicológica que sufrieron de forma permanente la mayoría de los ex combatientes en la guerra de Vietnam, determinados por las imposibilidades tanto sociales como políticas respecto a su inserción en lo cotidiano, el día a día, empeorado a causa de las conductas depravadas, indiferentes e ilegales que los rodean. El director de esta historia es James Glickenhaus, el cual si bien se sumergió en otras producciones de esta índole, su carrera se destaca más por haber sido productor ejecutivo de filmes pertenecientes a Frank Henenlotter. Tenemos situaciones que si bien intenta tomarse enserio a si mismas escatiman a sus deseos, debido a la irrealidad en las que terminan predominando. Por ejemplo el inicio del metraje es una pequeña introducción a la supuesta pesadilla padecida por los protagonistas en la guerra de Vietnam. La seriedad se va tremebundamente al carajo debido a la sobrecarga de explosiones exacerbadas, metralladoras con balas infinitas y malos que decapitan prisioneros por el solo hecho de ver volar cabezas. Por agregar un punto negativo más, parece que haber combatido en la guerra de Vietnam es la excusa perfecta para mandar todo a la mierda y salir a patear culos, cuando en verdad las mismas injusticias que atraviesan los personajes son situaciones que se venían cometiendo desde los inicios de la humanidad. Pero bueno, entendamos al director, necesitaba un detonante para que un chiflete se pudriera de ver tanta maldad. Tampoco quiero ser mala con The Exterminator, por eso veo correcto mencionar otros hechos que logran que el film llegue a su punto más alto, y este es cuando nuestro justiciero acapara la pantalla sin dejar títere con cabeza. Cualquier infeliz depravado que se cruce por su camino degustara la ira de maneras enfermizas y bastantes morbosas entramando cierta empatia por el personaje. Excelentes muertes, donde la saña y mala leche (merecida) no escatima un gramo. A pesar de ser entramada en el género de Exploitation, su bajo presupuesto y su aroma Serie B resonante, algunos aspectos técnicos son dignos de mención, en especial ciertas escenas de persecución o los amplios y panorámicos planos que se toman de Nueva York. Se nota como el director quiso captar la ciudad en su forma real, logrando escenas naturales y frescas en verdaderos tomas exteriores.


Cuando el pasado te carcome vivo

Bueno ahora vamos a lo que importa, la causa, motivo, razón o circunstancia de como un hombre puede pasar bruscamente al inminente deseo de limpiar las calles de las más feroces lacras criminales. Tenemos a John Eastland y Michael Jefferson, dos muy buenos amigos que trabajan juntos en un frigorífico en los suburbios de Nueva York. Ambos comparten un pasado común, combatieron mano a mano en la enferma guerra de Vietnam. Un buen día John descubre que en uno de los galpones de su trabajo un grupo de pandilleros están robando mercadería. Al quedarse paralizado por este hecho, los maleantes aprovechan la situación para atacarlo. En ese mismo acto interviene Michael, les mete un boleo en el culo y nuevamente, le salva la vida a su amigo. Mas tarde de esta secuencia, veremos como los pandilleros no se quedan de brazos cruzados y deciden tomar venganza. Atacan violentamente a Michael apuñalandolo reiteradas veces por la espalda, el cual no muere pero queda cuadriplégico. En la conciencia de John, la cual ya venía jodida de la guerra, esa acción fue la gota que rebalso el vaso. Se calza con un arsenal nada desdeñable y decide tomar venganza hacia aquellos miserables que atentaron contra su amigo.
El problema es que, a pesar de la carga moral y de culpa que siente frente a sus acciones, no decide detenerse, no puede parar, al contrario va más allá, sentenciando justicia por mano propia a cualquier depravado o criminal que se cruce en su camino, exterminando la "mugre" que reina en las calles. Si bien en los anteriores renglones no cuento nada nuevo, lo interesante y entretenido del film reside en ver como John pierde la chabeta, se enceguece y ejecuta su ira a sus próximas victimas. No notaremos gore a mansalva, pero se agradece el nivel de saña dada en algunas muertes. Reconozco que por momentos se puede hacer medio bofe la investigación policial cometida hacia el personaje del "Exterminador", pero ese complemento es necesario, le da cierta sustentabilidad a la historia que por momentos parece descarrilar debido a ciertas innecesarias escenas de relleno. En fin el que desee ver frases célebres, tiros, persecuciones, leves torturas, penetraciones con hierros calientes, luchas, decapitaciones, incineraciones y venganza al mejor estilo cine de explotación, sin lugar a dudas este es el film adecuado. Creo en mi mediocre subjetividad que terminaran de ver el film con las expectativas más que satisfechas. En cambio los que deseen ver algo más serio, original y profundo sigan de largo y olviden todo lo anterior mencionado. The Exterminator, aquí donde la violencia es justicia y lo moral se extermina, SantaSangre14.

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lunes, 9 de enero de 2017

House On The Edge Of The Park 1980 - Asesino Por Naturaleza

Buenas noches consumidores de basuras infrahumanas, en esta nueva oportunidad compartiré el primer film del año 2017. El mes de diciembre decidí hacerlo bien ochentoso, pero por diversos motivos personales no pude compartir la cantidad de películas que deseaba. A causa de esa talante (algunos las llaman responsabilidades) que me obstaculizó proseguir con esa seguidilla, me pareció justo comenzar este nuevo ciclo con un film controversial y bien ácido que prosiguiera de esa época. Seguiremos este 2017 con más vómitos fílmicos, no deseo un buen comienzo de año porque este blog no reside en deseos, sino en necesidades que reposan en gustos sumamente morbosos.


HOUSE ON THE EDGE OF THE PARK 1980


Este film es especial por varias razones: el mismo es dirigido por nada más ni nada que Ruggero Deodato, controversial mente italiana que nos ha regalado infinitos tétricos placeres, solo por mencionar uno CANNIBAL HOLOCAUST (1980). La película que comparto a continuación no solo es parida en pleno auge del sub-género titulado Rape and Revenge, sino que es protagonizada por David Hess, el infame violador de "The Last House on the Left" (1972) clásico de culto dirigido por el magnifico Wes Craven. Como camarada de Hess, tenemos al actor Giovanni Lombardo Radice, el insoportable rubio embustero de "Cannibal Ferox" (1981). En fin es imposible no tentarse con semejantes personajes en la carta de presentación, en especial si enmarcamos que esta historia en particular conforma parte de los metrajes con renombre en la polémica movida - violación y venganza -. Deaodato como todo buen director italiano, supo aprovechar del éxito y se embauco en este nuevo proyecto diametralmente opuesto a la atmósfera caníbal que nos regalaba ese mismo año, pero con cierta analogía respecto a lo provocador y perturbador. Si bien esta película no es tan gráfica y extrema, se mantiene en la línea de la violencia y la humillación. Todo el argumento que se desarrolla en el film se centra en una única locación, con personajes bien definidos que delimitan entre si una clara dualidad entre el bien y el mal. Por momentos la tortura psicológica que sufren nuestras victimas es tan irritante que llega a incomodar. Deodato no necesito descuartizar una tortuga para alcanzar el malestar en el espectador y eso demuestra una vez más, que como director sabe lo que hace. No encontraremos litros de sangre, ni empalamientos o desmembramientos, sino con cierto tinte teatralizado, se nos transporta a la mente turbada de un hombre que necesita humillar y ultrajar a otros para alcanzar el placer. Para que el guion tome consistencia en cuanto su duración, se creo con "goce" logro una atmósfera insana, situaciones de extensa tensión y un asimétrico juego de perversión por parte de los villanos de la historia hacia los infelices que los rodean; a partir del momento en que nuestro psicópata de turno deja al natural sus verdaderos instintos perturbadores, la película profundiza su trama narrando paulatinamente como esa circunstancia determinada (una reunión entre amigos) se va literalmente a la mierda. Deaodato no tarda en demostrar hacia que objetivo se centra su historia, desde el minuto uno tenemos en primer plano una violación brutal (esta toma equivale al plato fuerte de casi todo el largometraje) simbolizando la presentación del personaje el cual gira entorno el film. Las limitaciones escenográficas en su mayoría no traban el ritmo narrativo, ya que tramo a tramo veremos como una noche supuestamente festiva entre conocidos se transforma en una verdadera pesadilla para nuestros personajes. A destacar principalmente la banda sonora, gran característica de este director, y si bien algunos actores dejan mucho que desear, otros compensan ese bajón con potentes interpretaciones.

¡QUE COMIENCE LA PARTUSA!

Se termino la joda

Como decía mas arriba, en esta trama se nos presenta cierta dualidad simbólica bien determinada. Por un lado tenemos a Alex, un violador asesino impune que decide tomarse un descanso y aparentar conllevar una vida normal. Trabaja en un taller mecánico con su camarada llamado Ricky. Ricky si bien es un ser despreciable como Alex, no llega a tanta demencia. Luego de un día de agotador trabajo, están cerrando su taller de mala muerte y son sorprendidos por una elegante y bella pareja que necesita de su ayuda. Su costoso auto se averió camino a una fiesta super concheta no se donde. El dúo mecánico (que vendría a ser el "mal") en un momento se resiste a la idea de seguir laburando, pero luego de que estos sujetos adinerados le ofrecieran buena pasta por su ayuda, no lo dudaron. Pero Alex quería mas que dinero, deseaba desde lo mas profundo de su ser ir a la fiesta. Después de insistir, Tom y Lisa (los chetos) ceden a su pedido. Los cuatro van a una lujosa celebración, a una imponente casa donde se reúnen sujetos con mucho dinero. Para Ricky es la situación perfecta para el afano, en cambio para Alex es el contexto justo para violar y asesinar insanamente como lo hacia en tiempo no muy pasado.
El personaje de Alex es llevado a la vida por el demente patológico de David Hess, que interpretó a otro demente patológico en The Last House on the Left. Este muchacho por lo visto es muy bueno pegando papeles de psicópatas violadores, lamentablemente su carrera murió en ese cuadrilátero demencial, el fatídico villano que no puede ser más que villano. Pero bueno, en este metraje el tipo pega y duro, odias a Alex porque es deplorable en todos los sentidos. Ricky, a la inversa, es más ciclotímico en cuanto maldad descomunal, en si no sabes si sus acciones son cometidas por inercia o miedo. Las victimas se suman a este acople de manera correcta, por momentos te compadeces de ellas, sufrís con ellas, preguntando porque Tom, el cheto, fue tan estúpido al dejar entrar semejante pesadilla en su vida. Lo mejor es el final, en el mismo se presenta un giro de tuerca bastante original que logra esquivar el factor "trillado" con bastante solvencia, brindando una conclusión justa y acertada. En fin me encanto esta película, a pesar de sus ciertas limitaciones que entorpecen ciertas escenas y su exacerbada escases de sangre, ver a Deodato en su faceta mas "light" alejada de las tripas y mutilaciones fue todo un descubrimiento. Los que esperan gore descomunal, no se fíen de esta entrada, no hay nada mas alejado que ello. Los que deseen pasar un mal rato atrapados en la mente perturbada de Alex, son bienvenidos. House On The Edge Of The Park, aquí donde los asesinos demenciales se van de fiesta, SantaSangre14.

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